QUIEN TIENE UNA HERMANA TIENE UN TESORO

Bueno, un tesoro, una compañera de juegos, con quién crecer, aprender (lo bueno y lo malo), enseñar (lo bueno y lo malo) , a quien querer, aconsejar, apoyar, con quien reñir, enfadarse, gruñir...

 Porque esas riñas de pequeñas, cuando queríais  el mismo juguete se fueron convirtiendo con los años, en broncas en toda regla cuando  no te dejaba el pantalón o la camiseta de turno. 

Ni qué decir tiene si tu madre compraba algo para las dos...

 !Eso sí que era misión imposible!

!Pero cómo se le ocurría!

 Lo de compartir estaba muy bien y si echas la mirada atrás, no comprendes dónde estaba la dificultad y porqué no erais capaces de llegar a un acuerdo, pero es que si tú ibas a ver el concierto de tu grupo preferido,  el mismo día tu hermana tenía la fiesta de la facultad y claro, lo último que entraba en casa era obviamente lo que  las dos necesitabais poneros a vida o muerte ese día...

Eso sí, como a alguien se le ocurriera meterse contigo, allí estaba ella para enseñar los dientes y pelearse con quien hiciera falta con tal de defenderte. Bueno... o para salir corriendo según se diera la cosa.

También era la que te encubría cuando quedabas con algún chico y tu madre no podía enterarse, o te consolaba cuando el amor de tu vida te dejaba,  porque  lo teníamos clarísimo, eso era AMOR y lo demás bobadas. !Que lo habíamos visto en las películas!

Quien no ha tenido una hermana, tampoco se lo ha perdido si ha contado con una mejor amiga, una prima, o una compañera de piso con la que compartir todas estas experiencias. Esas personas que nos encontramos por el camino sin que nos vengan de serie y que fueron o son como nuestras hermanas.

A hermanas y casi-hermanas, a todas ellas dedicamos hoy nuestro post.

Esperamos que lo disfrutéis y os haga recordar buenos momentos.

 

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Nuestro mas sincero agradecimiento a las simpáticas y guapísimas Gema Gil  y Alicia Gil.