Bueno, un tesoro, una compañera de juegos, con quién crecer, aprender (lo bueno y lo malo), enseñar (lo bueno y lo malo) , a quien querer, aconsejar, apoyar, con quien reñir, enfadarse, gruñir...
Porque esas riñas de pequeñas, cuando queríais el mismo juguete se fueron convirtiendo con los años, en broncas en toda regla cuando no te dejaba el pantalón o la camiseta de turno.
Ni qué decir tiene si tu madre compraba algo para las dos...
!Eso sí que era misión imposible!

